¿Jesucristo es Dios hecho carne?
Versión: 02-09-2016
Carlos Aracil Orts
1. Introducción
Estimado hermano, muy buenas e interesantes las preguntas que a continuación planteas:
“¿Jesucristo es Dios hecho carne? ¿Padre, Hijo y Espíritu Santo son un mismo ser?”
Paso a tratar de responderte:
Realmente, esta pregunta –“¿Jesucristo es Dios hecho carne?”– es la más importante que nos podemos formular, porque de su verdadera respuesta depende la auténtica fe cristiana. La doctrina más excelsa del cristianismo es que “Cristo Jesús…siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, (7) sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres” (leer Fil. 2:5-11). Veamos algo de su contexto:
Filipenses 2:5-11: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, (6) el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, (7) sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; (8) y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. (9) Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, (10) para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; (11) y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
San Pablo, en este pasaje bíblico, afirma claramente que Cristo Jesús, antes de encarnarse, es decir en su forma de Dios, “no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse”, y no tendría ningún sentido que Jesús, si no fuera Dios, renunciara a su condición o rango de Dios, pues el que no es Dios no puede renunciar a lo que no es. Y el apóstol Juan no pudo expresar esa gran verdad con más claridad que cuando afirmó que “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres [….] Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:1-3, 14).
En lo que sigue presentaremos más razones, pruebas y argumentos bíblicos que evidencian taxativamente que Jesucristo es Dios hecho carne, y, que, por tanto, se trata de la verdad doctrinal esencial del cristianismo.
2. La doctrinal esencial del cristianismo –Dios hecho carne– se nos revela en las Sagradas Escrituras.
Pero supongamos, ahora, por un momento, que Cristo Jesús no es Dios, sino solo un ser poderoso, algo así como “el jefe de los ángeles” o un “querubín”. Esto querría decir, que no es igual a Dios, pues no sería más que una criatura por muy poderosa que fuera; por tanto, no tendría las características de Dios, de inmortalidad, eternidad, infinitud, omnipresencia, omnisciencia, etc.
Por tanto, en primer lugar, puesto que el Verbo fue el creador de todo lo visible e invisible (véase también Col. 1:15-19; 2:9-10), Él sería algo así como un dios –en minúscula– menor, lo que estaría en total contradicción con las Sagradas Escrituras que afirman: “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios” (Isaías 44:6-8; cf. Is. 43:10; 45:5-7,12,18). Tan Creador del universo es el Verbo –Jesucristo– como Jehová: “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro” (Isaías 45:18). No hay otro como Jehová, el Creador.
Es decir, no pueden haber dos Dioses, uno “todopoderoso” y otro solo poderoso. Por otro lado, la Palabra de Dios se refiere a Jesucristo como “el Alfa y la Omega, el primero y el último” (Ap.1:11,17; cf. Ap. 22:13), recibiendo el mismo título que Dios.
Apocalipsis 1:10-18: Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, (11) que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. (12) Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, (13) y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. (14) Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; (15) y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.) (16) Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. (17) Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; (18) y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Y, en segundo lugar, ¿cómo podría redimir una criatura –Jesús, si no fuese igual a Dios– a toda la humanidad pecadora, y, por tanto, merecedora de muerte eterna? ¿Puede el sacrificio de una criatura, por muy poderosa que fuese, pagar el precio del pecado –muerte eterna (Ro. 6:23)– de miles de millones de criaturas? ¿Sería válido que Dios usara a un ser creado por Él a fin de redimir a la humanidad? ¿Sería consecuente y coherente con el carácter amoroso y misericordioso con el que se nos ha revelado en Su Palabra? ¿Significaría ello que Dios no es capaz de reconciliar a la humanidad y de resolver el problema del mal y del pecado por sí mismo, y que pone a una criatura para que ocupe su lugar? ¿Es propio de un Dios de infinito amor y misericordia ampararse en una supuesta criatura creada por Él mismo y entregarla a la tortura, humillación y muerte más crueles que jamás pudieron imaginarse?
Sin embargo, esto no puede ser así de ninguna manera, porque las Sagradas Escrituras nos revelan claramente que el Verbo es Dios, y que “fue hecho carne y habitó entre nosotros” (Jn. 1,1,14).
3. Algunas evidencias bíblicas fundamentales que prueban que Jesucristo es Dios hecho carne.
Presento a continuación las mismas, sin pretender ser exhaustivo, incluyendo, por su importancia, alguna de las citadas anteriormente:
A). “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. (2) Este era en el principio con Dios. (3) Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (4) En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres […] (14) Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:1-3,14).
B). “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados” (2ª Co. 5:19), y en Cristo “habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9), y “Él es la imagen del Dios invisible… Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. (17) Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; (18) y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia; (19) por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, (20) y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. (Colosenses 1:16-20).
C). “…Cristo es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén” (Ro. 9:5).
D). “Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria” (1 Timoteo 3:16).
E). Como cristianos, aguardamos “la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, (14) quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tito 2:13-14).
F). Dios…”en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; (3) el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, (4) hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos. (5) Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo (6) Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios. (7) Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego (8) Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino. (9) Has amado la justicia, y aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañero. (10) Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. (11) Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, (12) Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán. (13) Pues, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies? (Hebreos 1:2-13).
Por lo que antecede, creo que debemos admitir que las Sagradas Escrituras revelan irrefutablemente que Jesucristo es Dios, y Hombre desde que se encarnó en la virgen María, hace ya más de dos mil años. Y el Espíritu Santo es la tercera Persona de ese Dios único.
4. Más pruebas que demuestran que Jesucristo es Dios hecho carne y de que la Divinidad, siendo Una, se ha manifestado en tres Personas distintas.
Esta es la gran verdad que creen la mayoría de las denominaciones u organizaciones cristianas, pero que un humilde lector y estudiante de la Biblia puede obtener, cuando lee la Palabra de Dios sin ideas preconcebidas y sin prejuicios. Si Dios se ha revelado como tres Personas en un solo Dios verdadero ¿quiénes somos nosotros para negar esa verdad? ¿Por qué vamos a creer que Jesús nos miente, cuando dice, por ejemplo: “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30); “Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle” (Juan 10:31); ¿por qué quisieron apedrearle? En el verso 33 está la respuesta: “Porque tú, siendo hombre, te haces Dios” ¿Cómo puede decir Jesús de sí mismo que es “la resurrección y la vida” (Jn. 11:25-26) y “el camino, y la verdad y la vida..” (Jn.14:6) sino fuese igual a Dios Padre? O cuando dice “el Padre está en mí, y yo en el Padre” (Jn. 10:38).
Algo más te puedo decir y es que medites sobre lo que Jesús expresa sobre sí mismo, lo cual es muy clarificador. Por ejemplo:
¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios? (Lc. 5:20-21)
¿Quién puede conocer a Dios si no solo el que es igual a Dios, puesto que Dios es infinito?
¿Quién puede poseer todas las cosas del Padre sino solo Jesús, puesto que es Dios? (Lc.10:22).
Lucas 10:22: Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
¿Quién puede hacer los milagros que hizo Jesús, –sanar ciegos, sordos, cojos, leprosos, paralíticos, resucitar muertos, andar sobre el mar, parar las tempestades a su voz de mando, convertir el agua en vino, multiplicar los panes y los peces, predecir el futuro, conocer el interior y los pensamientos de las personas, etc., etc.– sino solo Dios?
¿Quién puede declarar lo que Jesús dijo sin ser Dios mismo?
Ejemplos:
-No tiene principio ni fin, porque es el primero y el último o el Alfa y la Omega, y se identifica con el “Yo Soy” del AT:
Leer, por ejemplo: Jn. 2:19-22; 8:58-59; 10:17-18; 38; 11:25-26; 14:6-12.
Juan 8:58: Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.
¿Quién es digno de ser adorado sino solo Dios? (Ap. 14:9)
Ver, por ejemplo: Mt. 4:10; 28:17; Lc. 4:8; Jn. 9:38; Heb. 1:6; Ap. 14:7
Si Jesucristo no es igual a Dios ¿cómo entenderíamos que Él permitiera que sus discípulos, y otra gente a la que sanó, le adorasen (Mt. 28:17; Jn. 9:38; Heb. 1:6; Ap. 5:11-14)? Porque sabemos que solo a Dios se debe adorar (Mt. 4:10; Lc. 4:8) ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios (Mr. 2:5; Lc. 5:20; Mt. 9:6; Mr 2:10; Lc. 5:24; etc.)?
¿Cómo, si Cristo Creó todas las cosas que existen, puede ser inferior a Dios Padre? ¿Puede un ser humano o un ángel de Dios crear todo cuanto existe? ¿No es Cristo también el Autor de la vida (Hch. 3:15)?
Estimado hermano, ¿quién crees que es el único que tiene poder sobre la vida y la muerte?
“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. (18) Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Juan 10:17-18).
Desgraciadamente, entre los que se autodenominan cristianos existen muchos que no creen en la divinidad de Jesucristo, pero esto es porque no desean sinceramente encontrar o conocer la Verdad, y teniéndola a su alcance, la rechazan, y, entonces, “Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. (12) Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:11-12). “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. (26) Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11:25-26).
Si Cristo, querido hermano, te preguntara a ti: “¿Crees esto?”, ¿qué le responderías? Porque ¿quién puede ser la resurrección y la vida, sino es Dios mismo?
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. (7) Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. (8) Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. (9) Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? (10) ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. (11) Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras” (Juan 14:6-11).
5. Textos del Antiguo Testamento que se relacionan con otros del Nuevo Testamento, que identifican a Jehová con el Verbo y manifiestan a Dios como tres Personas.
Te pido, también, que reflexiones en textos del Antiguo Testamento que se refieren a Jehová, Jehová de los ejércitos, el Rey de Israel, el Ángel de Jehová, el Espíritu de Jehová, etc. Más abajo te presento una lista de ellos. Se trata de unos cuantos textos del Antiguo Testamento y otros del Nuevo Testamento, que relacionan a Jehová o Yahvé con Jesucristo. Aquí te presento la lista en forma de tabla en dos columnas para abarcar de forma simplificada las máximas referencias que podamos encontrar y comparando entre los dos Testamentos, los textos afines o relacionados:
JEHOVÁ- ANTIGUO TESTAMENTO |
CRISTO- NUEVO TESTAMENTO |
Jehová, justicia nuestra. Jeremías 23:5,6: se profetiza que nacería un Renuevo de la estirpe de David, al cual “le llamarán: Jehová, justicia nuestra.” (Véase además Jer. 33:14-16; Zac. 3:8; 6:12). Jehová es identificado con el Renuevo de David. |
Cristo, nuestra justicia 1ª Cor. 1:30: “Mas por Él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación [la BJ, 1999, traduce: justicia,], santificación y redención;” (Véase también Romanos 3:21-26; 5:1). |
Preparad camino a Jehová Isaías 40:3: “Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.” (Véase Mt. 3:3; Mr. 1:3; Jn 1:23; Mal 3:1; Mt. 11:10) |
Preparad el camino del Señor Mateo 3:3: “Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas.” (Jehová es el Señor.) |
El Rey de gloria es Jehová Sal. 24:7, 10: El Rey de gloria es Jehová de los ejércitos. |
Cristo es el Señor de gloria Cristo es “el Señor de gloria” (1ª Cor. 2:8). Cristo es el rey de Israel (Jn. 1:49). Cristo es el Rey de reyes y Señor de señores (Ap. 17:14). |
Jehová es el primero y el postrero, Isaías 44: 6: “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.” (Véase también: Isaías 48:12-16) |
Cristo es el primero y el último Apoc. 1:17: “…No temas; yo soy el primero y el último;” (Véase además: Apoc. 2:8; 22:13). Cristo al igual que Jehová es el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.” (Ap. 22:13) |
El Señor de David es Jehová Sal. 110:1: “Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” |
Cristo es el Señor de David Mateo 22:44: “Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” (Véase también 42-45) |
Jehová el Señor vendrá con poder Isaías 40:10,11: “He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder,…he aquí que su recompensa viene con él,…” (11) Como pastor apacentará su rebaño..” (Véase también: Isaías 62:11) |
Cristo viene a recompensar a cada uno Apoc. 22:12: “He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.” (Véase además: Lucas 21:27; 1ª Tes. 4:13-17; Apoc. 1:7; Hebreos 13:20). |
Jehová ha hecho toda las cosas para sí mismo Prov. 16:4: “Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun el impío para el día malo.” |
Cristo creó todas las cosas para Él Col. 1:16: “Porque en Él [Cristo] fueron creadas toda las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles…todo fue creado por medio de Él y para Él.” (Ver además Col 1:13-18). |
El que invoque el nombre de Jehová será salvo Joel 2:32: “Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo…” |
El que invoque el nombre de Cristo es salvo Romanos 10:13: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo…”. (Ver también 1ª Co. 1:2). |
Jehová Dios y Creador eterno Salmo 102:24-27: “Dije: Dios mío,…Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos..” |
Cristo Dios y Creador eterno Hebreos 1:8, 10-12: “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;..(10) Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos;…” |
Jehová, el Dios verdadero Jeremías 10:10: “Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.” |
Jesucristo, el Dios verdadero 1ª Juan 5:20: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna.” |
Dios es el juez Eclesiastés 12:14: Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” |
Cristo es el juez 1ª Corintios 4:5: “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones;…” (Ver además: 2ª Co. 5:10; 2ª Tim. 4:1) |
El Dios Todopoderoso Génesis 17:1: “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apreció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso;…” (Véase también: Éxodo 3:14; Isaías 13:6; Joel 1:15). |
Jesucristo, el Dios Todopoderoso Apocalipsis 1:8: “Yo soy el alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”(Véase también: Apoc. 4:8; 11:17; 15:3; 16:7; 19:6; Hebreos 13:8). |
Dios de dioses y Señor de señores Deuteronomio 10:17: “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible…” (Véase además: Sal. 136:2,3) |
El Cordero es Señor de señores y Rey de reyes Apocalipsis 17:14: “Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; …” (Véase también: Apoc. 19:13,16; 15:3). |
Este último verso de Apocalipsis 17:14 identifica claramente a Jesucristo, el Cordero de Dios, con el Señor de señores y Rey de reyes. Si lo comparamos con los textos de 1ª Timoteo 6:14-16, vemos que tanto Jesucristo como Dios Padre reciben el mismo título de Rey de reyes y Señor de señores; compruébelo tú mismo, en el siguiente texto:
1ª Timoteo 6: 14-16: “que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, 15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, (16) el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.”
Si quieres más evidencias bíblicas sigue leyendo y comparando los siguientes textos:
Isaías 9:6-7: Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (7) Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
Compara el texto anterior que se refiere a Jesús como Dios Fuerte, Padre eterno, con los siguientes, que afirman que no hay más Dios que Jehová –tres Personas forman a Jehová (Is. 48:16)–, y que después de Él no será formado dios. ¿Cómo se explicaría lo que dice Dios mediante el profeta Isaías, que fuera de Jehová no hay Salvador? Jehová es el Redentor y el Santo y el Rey de Israel. ¿No es también Jesucristo el Redentor y el Santo y el Rey de Israel? ¿No será que Jesucristo es Jehová, o bien tiene los mismos títulos que el Padre, porque es igual a Él? ¿Cómo pueden haber dos dioses: uno mayor y otro menor? ¿No serían los dos falsos dioses, porque solo Dios es uno?
Isaías 43:10-15: Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí. (11) Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. (12) Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. (13) Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará? (14) Así dice Jehová, Redentor vuestro, el Santo de Israel: Por vosotros envié a Babilonia, e hice descender como fugitivos a todos ellos, aun a los caldeos en las naves de que se gloriaban. (15) Yo Jehová, Santo vuestro, Creador de Israel, vuestro Rey.
Pero si sigues leyendo te encontrarás con más sorpresas: “Yo soy Jehová, y no hay otro”. No puede haber un dios menor que haya creado el mundo, porque fuera de Jehová no hay dios, y “ante él se doblará toda rodilla” (Is, 45:23); compáralo con Fil. 2:10, y verás que ante Cristo también se doblará toda rodilla. ¿No prueba esto suficientemente que Jesús es Dios igual al Padre?
Isaías 45:18-23: Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro. (19) No hablé en secreto, en un lugar oscuro de la tierra; no dije a la descendencia de Jacob: En vano me buscáis. Yo soy Jehová que hablo justicia, que anuncio rectitud. (20) Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva. (21) Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. (22) Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. (23) Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.(B)
¿Quién es el Rey de Israel sino Jesucristo (Jn. 12:12-15)? ¿Quién es el Redentor sino Jesucristo? ¿Quién es el Santo de Israel? ¿No será que Jesucristo es Jehová, o bien tiene los mismos atributos? En el siguiente texto se citan a la vez a “Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero”; y se vuelve afirmar que “fuera de mí no hay Dios”. Siempre Dios es uno, pero en tres Personas. Por eso Dios se ha manifestado en carne con Jesucristo (1 Tim. 3:16).
Isaías 44:6-8: Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios. (7) ¿Y quién proclamará lo venidero, lo declarará, y lo pondrá en orden delante de mí, como hago yo desde que establecí el pueblo antiguo? Anúncienles lo que viene, y lo que está por venir. (8) No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Cristo es Dios Fuerte y Jehová es Dios fuerte. Dios –Jehová– es “el primero y el postrero, el Alfa y la Omega”, y Jesucristo también recibe ese título (Ap. 1:11,17). ¿No será que Jesucristo es Jehová, o bien tiene los mismos títulos que el Padre, porque fuera de Jehová no hay otro dios?
Isaías 48:12-22: Oyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.(A) (13) Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente. (14) Juntaos todos vosotros, y oíd. ¿Quién hay entre ellos que anuncie estas cosas? Aquel a quien Jehová amó ejecutará su voluntad en Babilonia, y su brazo estará sobre los caldeos. (15) Yo, yo hablé, y le llamé y le traje; por tanto, será prosperado su camino. (16) Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu.
Observa, querido Hermano, que en el texto anterior se citan juntos a Jehová, el Padre, Jehová el Hijo, y Jehová el Espíritu Santo.
Deuteronomio 4:39: Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.
Deuteronomio 32:39: Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano
Isaías 48:17-22: Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. (18) ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. (19) Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado, ni raído de mi presencia. (20) Salid de Babilonia,(B) huid de entre los caldeos; dad nuevas de esto con voz de alegría, publicadlo, llevadlo hasta lo postrero de la tierra; decid: Redimió Jehová a Jacob su siervo. (21) No tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos; les hizo brotar agua de la piedra; abrió la peña, y corrieron las aguas. (22) No hay paz para los malos, dijo Jehová.
Compara todos estos textos con algunos del Nuevo Testamento, por ejemplo:
Juan 1:1-4: En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. (2) Este era en el principio con Dios. (3) Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (4) En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Estimado hermano, si en Jesús estaba la vida (Jn.1:4) y Él es el Autor de la vida (Hechos 3:15), ¿cómo todavía hay muchos que siguen creyendo que Jesús es un dios de segunda clase? ¿Quién puede dar o crear la vida sino solo Dios?
Apocalipsis 1:8-13: Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. (9) Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo. (10) Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, (11) que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. (12) Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, (13) y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.
Apocalipsis 1:17-18: Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; (18) y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Apocalipsis 22:12-17: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. (13) Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. (14) Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. (15) Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. (16) Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. (17) Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
6. ¿Padre, Hijo y Espíritu Santo son un mismo ser?
Es una pregunta difícil por la limitación de nuestro lenguaje para hablar de la naturaleza de Dios. Él se define como el “Yo Soy el que soy” (Éx. 3:13,14), es decir “el que es por sí mismo”, el Ser incausado, el Ser necesario sin el cual nada existiría. Cristo se identificó muchas veces con “el Yo soy” (véase, por ejemplo: Jn. 8:58; 10:9,11,14, 30,38; 11:25; 14:6-9,11). Por otro lado, sabemos, por la Santa Biblia, que la Divinidad la componen solo tres distintas Personas, análogamente como la Humanidad está formada por multitud de personas o seres humanos; pero en este último caso, cada ser humano es una sola persona aun cuando conste de tres dimensiones: “todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo” (1 Tes. 5:23).
No podemos decir mucho más, pues el Dios de la Biblia se ha revelado como tres personas, en un solo Dios, y no tres Dioses. Podemos comparar a Dios con una familia humana formada por padre, madre e hijo. Pero esta comparación no es perfecta porque, en el ejemplo, la familia está formada por tres seres independientes y autónomos, y no es así en el caso de la Divinidad en la que las tres Personas están completamente unidas y concuerdan en todo, siendo de la misma esencia o sustancia.
Si Dios solo consistiera de una sola Persona, antes de que Él hubiera creado a las criaturas racionales, ¿cómo podría ser un Dios de amor, si no hubiera tenido a quien amar? Podría pensarse que Él –si fuera una sola Persona– al no tener a quien amar, no podía ser perfecto en sí mismo, y precisaría de sus criaturas para poder amar. Sin embargo, Él no necesitaba crear a nadie porque al ser un Dios, en tres Personas, el amor existía desde la eternidad y fluía entre las tres Personas; y ese amor se manifestó en Cristo, al despojarse de su gloria como Dios y hacerse una criatura humana, que humillándose hasta lo sumo, entregó su vida para salvar a los seres humanos que aceptasen su sacrificio, y darles vida eterna.
7. Conclusión
Querido hermano, te has planteado la doctrina más importante de la fe cristiana. Esta maravillosa, única e inefable fe, se distingue y se caracteriza en que Dios se humilló a sí mismo hasta el extremo de hacerse una criatura humana (Fil. 2:5-11; Juan 1:1-5,9-14,18), que se revela encarnándose en el seno de una mujer (Mt. 1:20-23; Lc. 1:30-37; Gá. 4:4), y, por lo tanto, es “hecho carne” (Juan 1:14,18), nace, crece y se desarrolla, física, psíquica y espiritualmente, como cualquier otro ser humano, pero vive una vida santa, sin mancha de pecado, y entrega su vida para salvar a la humanidad. Él es tan humano como cualquier otro hombre (Heb. 1:1-4; 2:9,14,17-18;4:7-9), pero sin pecado (Jn. 8:46; 2 Co. 5:21; Heb. 4:15; 1 P. 2:22; 1 Jn. 3:5), es decir, nace santo, milagrosamente por obra del Espíritu Santo (Lc. 1:35), sin pecado original, y vence al pecado y a su tentación, por la gracia de Dios.
En la persona de Jesús subsisten dos naturalezas: la divina y la humana. Como hemos visto hasta aquí, existen muchos textos que confirman, sin lugar a dudas, que Cristo es Dios (recordemos, por ejemplo: Juan 1:1-3; Ro. 9:5: Col. 1:15-17; 2:8-9; 1 Tim. 3:16; Tito 2:13-14; Heb. 1:3, 8; Ap. 1:7-8,11, 17; Ap. 19:13,16; compárese con Isaías 44:6,8).
Apocalipsis 22:12-17: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. (13) Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. (14) Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. (15) Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. (16) Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana. (17) Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
No rechacemos esta generosa invitación de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, que nos conduce a la vida eterna, gracias a su infinito sacrificio, y vivamos siempre con la esperanza de su pronta venida.
Si lo deseas, puedes ampliar este tema leyendo los siguientes artículos, cuyos vínculos te indico en el apartado de referencias bibliográficas. (1)
Quedo a tu disposición.
Un abrazo.
Carlos Aracil Orts
www.amistadencristo.com
Referencias bibliográficas
*Las referencias bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera de 1960 de la Biblia, salvo cuando se indique expresamente otra versión. Las negrillas y los subrayados realizados al texto bíblico son nuestros.
Abreviaturas empleadas para diversas traducciones de la Biblia:
Dios Habla Hoy-Latinoamericana, 1996 (DHH L 1996)
Nueva Versión Internacional 1999 (NVI 1999)
Reina-Valera, 1960 (RV 1960)
AT = Antiguo Testamento
NT = Nuevo Testamento
pp, pc, pú referidas a un versículo bíblico representan «parte primera, central o última del mismo».
(1) Aracil Orts, Carlos, https://amistadencristo.com
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