
Carlos Aracil Orts es natural de San Vicente del Raspeig (Alicante), siendo en esta provincia española donde ha ejercido la profesión de Arquitecto técnico. En la actualidad goza de la condición de jubilado y dedica una gran parte de su tiempo al estudio de la Biblia y la escritura de artículos relacionados con la misma.
Introducción breve de mi experiencia religiosa
El 18 de marzo de 2008 vio la luz mi web amistadencristo.com. Ahora, justo después de dieciséis años, publico laverdadquesalva.com, con el objetivo de presentar una selección de los temas más importantes y fundamentales de la Biblia, en los que se basa la pretensión del cristianismo de ser la religión revelada por Jesucristo, el Hijo Unigénito del único Dios verdadero.
Tuvieron que pasar los primeros treinta años de mi vida hasta que, hacia el año 1973, Dios suscitara en mí el deseo de conocerle y de averiguar lo que Él requiere de cada ser humano. Y esto ha sido posible porque me propuse seria y sistemáticamente conocer su voluntad por el único medio posible que es el estudio de su Palabra revelada –la Biblia.
Durante los siguientes treinta años de mi vida asistía semanalmente a una iglesia cristiana, porque creía que predicaba la verdad completa del Evangelio de la Gracia de Dios (Hechos 20:24); pero cuando comprobé, en el año 2003, que algunas de sus interpretaciones de la Biblia no eran correctas, solicité que borraran mi nombre del libro de registro de miembros de la iglesia; y desde ese momento hasta la actualidad, me convertí en un cristiano independiente, es decir, no sujeto a las doctrinas de ninguna organización o denominación cristiana, sino solo obediente a la Palabra de Dios, porque tengo el convencimiento de que solo “la verdad [n]os hará libres” (Jn 8:32 úp), como dijo Jesucristo; y la libertad plena en el sentido más absoluto solo existirá para “todos los que se hallen escritos en el libro” (Dn. 12:1), no el de la iglesia sino en “el libro de la vida” (cf. Fil. 4:3; Ap. 3:5; 13:8; 22:19). Éstos son los que serán libertados para vida eterna por Jesucristo en el día de su venida gloriosa cuando se producirá la resurrección de los justos muertos, que junto con los santos vivos serán transformados en seres humanos gloriosos a la semejanza de Jesucristo resucitado y arrebatados al Paraíso, a “las moradas del Padre Celestial”, “el lugar que Cristo fue a preparar” después de su resurrección y ascensión al Cielo (Jn. 14: 1-3; cf. Jn. 5:28-29; 1ª Co. 15:51-58; 1ª Ts. 4:13-18).
Desde finales del año 2008 que me jubilé hasta el día de hoy, he dedicado gran parte de mi tiempo libre a estudiar la Biblia. Fruto de esta investigación son los artículos y libros que he publicado en mi web https://amistadencristo.com/, ininterrumpidamente desde el citado año hasta la actualidad. Una selección de los mismos es lo que publico en esta nueva web titulada La Verdad que Salva, porque creo firmemente en lo que Jesús declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6; cf. 11:25-26).
Por tanto, la Verdad que salva es Jesús, “… la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:11-12). “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1 Timoteo 2:5-6)
Esta web, pues, está dedicada a dar a conocer la salvación que Dios ofrece, por medio de Jesucristo y su Palabra, a “los pobres en espíritu”, a “los que lloran”, a “los mansos”, a “los que tienen hambre y sed de justicia”, a “los misericordiosos”, a “los limpios de corazón”, a “los pacificadores”, a “los que padecen persecución por causa de la justicia” (Mt. 5:3-10).
Por tanto, necesitamos identificarnos con alguno o con todos estos grupos de personas, y reconocer humildemente que el ser humano es por naturaleza pecador, lo que le hace incapaz por sí mismo, es decir, por sus propias fuerzas, de alcanzar la citada salvación; por eso, todos debemos hacernos la misma pregunta que el “carcelero de Filipos” (véase Hch.16:23-36) le formuló al apóstol Pablo y a Silas “¿qué debo hacer para ser salvo?” (Hch 16:30), y luego, conducirse como el mismo Apóstol, no siendo “rebelde a la visión celestial” (Hch. 26:19).
En los apartados de esta web expongo muchas claves bíblicas importantes para la salvación del ser humano, e interpreto algunas misteriosas profecías de los libros de Daniel y el Apocalipsis.
Algunas secciones de “La Verdad que Salva” son: Preguntas frecuentes, Conocer la Biblia, Conocer a Dios, La condición humana, La ley de Dios, Bases de la salvación, Profecías bíblicas, Testimonios.
Éstas son mis Metas
El principal propósito que nos mueve a publicar esta página web es testificar al mayor número de personas posible, el amor de Dios que hemos experimentado en nuestra vida, como resultado de leer, estudiar y meditar en su Palabra, la Biblia.
A medida que vamos conociendo, comprendiendo, asimilando y obedeciendo más la Palabra de Dios, mejora nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes, aumenta nuestra fe y confianza en Él, y nuestra paz espiritual y capacidad de amar crece cada día.
Deseamos que nuestra meta esté en armonía con la gran comisión de predicar el evangelio de salvación a todas las naciones, que encomendó Jesús a sus discípulos:
Mateo 28: 19, 20: «por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Creemos que la Biblia contiene toda verdad necesaria para la salvación, y que es imprescindible, si queremos avanzar hacia la perfección, que nos alimentemos diariamente de su Palabra, «hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;” (Efesios 4:14).
En nuestra opinión, ninguna denominación o iglesia cristiana organizada ha alcanzado a comprender y aceptar todas las grandes verdades reveladas en la Biblia. Por eso, insistimos que es necesario que todo creyente, con humildad, estudie, investigue y compruebe por sí mismo, si lo que le enseña la iglesia a la que pertenece se ajusta adecuadamente a la Revelación de Dios.
Las congregaciones de creyentes no deberían estar encerradas ni encorsetadas rígidamente en una lista de doctrinas o creencias inamovibles, que ni siquiera se pueden matizar o ampliar, sino que sería conveniente promover debates entre los miembros, para que basándose en la Biblia, aportasen también su entendimiento de la misma, y con argumentaciones adecuadas, enriquecieran a los demás. Nuestro propósito no es respaldar las polémicas, ni las contenciones y disensiones, sino estimularnos al estudio sistemático de la Biblia, con apertura de miras, tratando de acercarse a la misma, con toda humildad, sin ideas preconcebidas, sin apasionamiento partidista y egoísta, con sólo la actitud humilde, del que ama la verdad y desea conocer mejor a Dios y a su voluntad, para llegar «a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;” (Efesios 4:14).
Por otra parte, puesto que siempre he adolecido de tener pocos amigos sinceros, me gustaría, desde este espacio de Internet, comunicarme y hacer amistad con todo tipo de personas que tengan inquietudes espirituales, que no se conformen a las cosas de este mundo, que busquen a Dios, que no estén demasiado satisfechos consigo mismos, y que deseen encontrar y dar sentido a la vida. Hagamos con nuestra vida lo que nos recomienda San Pablo en Romanos 12: 1,2: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. (2) No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
No vinimos a este mundo sólo para tener una vida más o menos prolongada en el tiempo, con muchos o pocos sinsabores, sufrimientos o alegrías. Estamos aquí para algo más que trabajar, comer, gozar, sufrir, y creer que la muerte es el final de todas las cosas.
Soy un estudiante de la Biblia que pretende, fundamentándose sólo en la misma, vivir y obedecer sus enseñanzas. Creo ser un cristiano independiente, puesto que ya no soy miembro de ninguna denominación religiosa hasta el día de hoy. El motivo se debe a no haber encontrado una iglesia que se ajuste a las premisas citadas antes. No obstante, siento y pienso firmemente que formo parte del cuerpo de Cristo, y que pertenezco a su iglesia universal, la que Cristo amó, “y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25 úp. Véase también Efesios 4:3-6; 1ª Corintios 12:12-27; etc.). Por todo esto es por lo que me gustaría compartir con otros, las investigaciones y conocimientos adquiridos de dicho estudio, y establecer vínculos de amistad con personas que lo deseen.
Juan 15:12-14:
“Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.”